Los usuarios de dispositivos móviles se están convirtiendo cada vez más en consumidores de aplicaciones para hacer las cosas en sus smartphones. En este contexto donde grandes empresas o emprendimientos importantes tienen sus propias apps, ¿cuál es el lugar que les queda a las medianas y pequeñas empresas? ¿Todas las empresas, cualquiera sea su tamaño y su público, deberían tener una app?
Desde Estados Unidos llegan algunos datos que indican que sólo el 15% de las empresas pequeñas tienen aplicación móvil, y que un 18% planea desarrollar y lanzar una para el 2016. A su vez, el 40% no piensa hacerlo y otros 27% no está seguro si invertirá recursos o no en una aplicación.
Lo cierto es que en todo el mundo las aplicaciones son cada vez más importantes. El año pasado fue el primer año en el que el uso del móvil superó al uso de la computadora de escritorio, según reveló comScore. Alrededor del 60% de tiempo que las personas estuvieron en línea fue mediante un dispositivo móvil, y de ese tiempo, el 80 % se usaron de aplicaciones.
Por eso, ¿cuáles son algunas de las razones de una pequeña empresa podría querer una aplicación móvil?
A diferencia de un sitio web móvil, una aplicación es una herramienta ágil que permite a tus clientes a hacer algo más rápido y con mayor facilidad de lo que podrían en su sitio web para móviles. No por nada aquellas empresas que piensan en hacer una aplicación lo hacen para “mejorar el servicio al cliente.”
Los clientes de pequeñas empresas están haciendo, cada vez más, más cosas en y con sus teléfonos inteligentes. Mediante el desarrollo de una aplicación, se puede interactuar con los clientes en cualquier momento y en cualquier lugar, directamente en sus dispositivos.
Las aplicaciones móviles pueden crear un nuevo canal de ventas, sobre todo si tu mercado objetivo es más joven. El 74% de los Millennials, de acuerdo a un estudio realizado por Oracle, realiza compras utilizando aplicaciones móviles. Así que cualquier cliente ocupado apreciará la comodidad de poder comprar sobre la marcha, mientras viaja en metro o mientras espera en el médico.
Las aplicaciones móviles pueden ahorrar su tiempo del negocio (y, sí, el tiempo es dinero). Si un cliente puede utilizar una aplicación móvil para pedir una pizza, reservar una cita en un salón de belleza o reservar una bicicleta en una tienda de alquiler de bicicletas, ningún empleado tiene que pasar tiempo contestando el teléfono y tomando notas y puede ocupar su tiempo en otro tipo de trabajo.
Las aplicaciones móviles sirven como una manera de instalar la marca y también como herramienta de fidelidad. Mediante una app se puede enviar mensajes de marketing personalizados. Además, no hay que olvidarse de que la aplicación móvil en sus teléfonos es un recordatorio constante de determinado negocio, manteniendo la empresa en su top-of-mind.