DNS son las iniciales de Domain Name System, es decir del sistema de nombres de dominio. Básicamente es una tecnología que consiste en una base de datos que transforma o convierte nombres de dominio (ejemplo pepe.com) en una dirección IP, es decir, en la dirección física asociada a un servidor específico en donde se encuentra la información a la que se desea acceder.
Los DNS están compuestos por diversos protagonistas:
- DNS cliente: Es aquél interesado en resolver un nombre de dominio y traducirlo a una dirección IP específica, por ejemplo: Nosotros cuando ingresamos en el navegador “neolo.com”
- Zona de autoridad: es el administrador de la extensión, en este caso “.com”
- DNS servidor: Es el encargado de transformar la solicitud del cliente de neolo.com en una dirección IP
Este proceso, que aparenta mostrarse complejo o difícil, en realidad es muy simple y sólo ves el resultado final. Es decir, escribes en el navegador la dirección neolo.com, tu proveedor de internet le consulta a la entidad administradora de dominio cuáles son los servidores de DNS y le responde que son por ejemplo ns1.dnserver.com y ns2.dnsserver.com y entonces el proveedor de Internet le consultará a esos dos servidores cuál es la IP que corresponde mostrarle al usuario, primero le consultará al servidor DNS primario (ns1) y cuando le responda la IP por ejemplo: 1.1.1.1 entonces el usuario será redireccionado (de manera transparente) a interactuar con esa dirección IP.