1 noviembre, 2015

Ventas en Internet: sobre la importancia de apelar a las emociones positivas

Tiempo de lectura: 2 minutos

En los últimos tiempos, la mayoría de los videos que se hicieron virales en las redes sociales apelaron a emociones positivas: el anuncio de un embarazo luego de años de intentos fallidos, situaciones de superación personal ante enfermedades o situaciones límite, casos de solidaridad y buenas acciones ante momentos difíciles, videos tiernos de bebés en situaciones divertidas y cotidianas, niños que dan enseñanzas como adultos y sorprenden con su madurez desde tan pequeños, etc.

Las emociones son un aspecto muy fuerte e importante en la vida de las personas y su gran consumo en las redes sociales es una forma de visualizarlo. Por eso, esta misma estrategia ha sido apropiada por marcas y empresas que resaltan los valores y las emociones positivas para incrementar sus ventas. A este tipo de marcas y empresas se las llama “emocionales”.

Los disparadores emocionales pueden ser muy potentes para los clientes y muy eficaces para las ventas. Debemos lograr que los clientes se identifiquen emocionalmente con el producto o servicio que vendemos, porque, por ejemplo, si logramos asociar nuestro producto con el amor y la felicidad, ya no estaremos vendiendo un producto, sino un acceso a esas sensaciones, y las siguientes veces que la persona escuche, vea o sepa sobre aquello que tenemos para venderle, las áreas cerebrales que se activen tendrán que ver con aquellas que le generan sensaciones satisfactorias y será más fácil concretar una venta.

Para lograr una marca emocional hay que establecer “una relación de diálogo con los consumidores y conseguir crear empatía, porque conoce a su interlocutor, cómo cambia y qué necesita”, indica Carmen Sebastián, experta en comunicación emocional y docente de la Universidad Complutense de Madrid y agrega que este tipo de marcas no sólo deben trabajar externamente estos aspectos sino también de forma interna, sobre aspectos como la coherencia, el servicio postventa, la atención al consumidor y las redes sociales. Estas últimas son determinantes en la forma de establecer esa conversación, un boca a boca que se multiplica exponencialmente y que tiene un potencial prácticamente ilimitado. “Es imprescindible ofrecer una imagen y una comunicación coherentes, a través de todos los recursos disponibles”, concluye Sebastián.

¿Cómo es tu marca? ¿Qué aspectos cumple tu marca o empresa en función de las emociones? ¿La podrías catalogar de “emocional”?

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